En el establecimiento penitenciario Víctor Pérez Liendo de Huaraz, se han intensificado las tensiones internas tras la llegada de Grover Cuno Monsalve como nuevo director del penal. Desde su nombramiento hace más de tres meses, ha implementado medidas para restablecer el orden y mejorar la seguridad del penal. Estas acciones incluyen una reestructuración completa de la organización, con la renovación de delegados y coordinadores en los pabellones de varones y mujeres, así como rotaciones en los cargos de alcaides y supervisores.
La administración ha tomado medidas para frenar prácticas irregulares, restringiendo el ingreso de insumos prohibidos y estableciendo una coordinación constante con la Policía Nacional y la Fiscalía. Se han prohibido elementos como cocinas eléctricas y televisores, y se han realizado requisas diarias para prevenir la tenencia de objetos y sustancias ilegales. Una reciente requisa no encontró objetos prohibidos, y se han sustituido cocinas eléctricas por sistemas a gas, lo que ha reducido el consumo eléctrico y los riesgos de incendios.
Además, se ha instalado un sistema de videovigilancia que permite monitorear el penal y sus alrededores en tiempo real. Para los internos de alta peligrosidad, se ha implementado el Régimen Cerrado Especial, que limita su tiempo en el patio y restringe las visitas. A nivel administrativo, se han iniciado procesos disciplinarios contra personal del INPE por irregularidades y se han realizado rotaciones laborales para evitar vínculos inapropiados con internos.
Estas medidas, orientadas a combatir la corrupción y la operación de organizaciones delictivas desde el penal, han generado resistencias internas. Sin embargo, la dirección defiende que su gestión está alineada con la política nacional de lucha contra la delincuencia y el crimen organizado.

