Una forma inmejorable de recibir el año nuevo es conociendo un nuevo destino de nuestro bello país. Rumbos ha preparado quince opciones para quienes tienen alma aventurera y prefieren el cielo lleno de estrellas antes que el aire acondicionado del hotel cinco estrellas. Playas, cañones, bosques de piedra y la selva son parte del menú para recibir el 2017 ¡Enjoy!
1. Las playas campamenteras
Recibe el año en medio del verano eterno de una costa prodigiosa, de mar deslumbrante, con aguas siempre limpias y una brisa arrulladora. Marín, Antivito, Maracaná, Tuquillo, La Pocita y Los Médanos son parte del balneario más conocido de la provincia de Huarmey (Áncash). Un apacible rosario playero a cuatro horas de Lima ideal para campamentos entre amigos.
A excepción de Tuquillo, las playas de este balneario son poco concurridas, lo cual garantiza paz total. Foto: Manuel Rentería.
2. Playa Tamborero
También es un tesoro de Huarmey y se encuentra en el kilómetro 261 de la Panamericana Norte. Es una extensa playa de arena fina y aguas siempre serenas, ideal para nadar y acampar en grandes grupos y hasta familias, pues tiene zonas protegidas del viento. Además, hay cuevas donde podrá curiosear con mucho temor. Visite la roca enigmática conocida por los lugareños como “El indio sentado”.
Aquí posible observar a los pescadores extrayendo exóticos mariscos para la preparación del célebre cebiche huarmeyano. Foto: Estéfany Luján.
3. A los pies del nevado
Ante el imponente y bellísimo nevado Huayhuash (Áncash) está Jahuacocha. Ideal para quienes busquen un paisaje tutelar, ya que sus colores verde turquesa reflejan la majestuosidad del coloso y blanco nevado. En la entrada de la laguna se aprecia un área de camping con una extensión de 900 m2 en forma de media luna. Puedes hacer parrilla.
4. La laguna y la sirena
Los lugareños de la comunidad de Acopalca (Áncash) narran que la laguna Purhuay es el dominio de la sirena que dibuja sus formas entre las montañas. Acampar a orillas de esta laguna de 3 kilómetros es una experiencia sin igual. Se cuenta con un área de picnic (para pachamancas) y camping. Además, se ofrecen paseos en bote y tracking por los alrededores.
5. La playa caleta de Arequipa
Ubicada en la provincia arequipeña de Camaná, solo se puede llegar en lancha hasta la hermosa caleta de San José. En el lugar hay un albergue para turistas que sirve para desconectarse del mundo, y así la experiencia del camping será mucho más confortable.
6. En las Albúferas de Medio Mundo
Es el lugar indicado para los que aman con fuerza la naturaleza y practican deportes náuticos como buceo, natación, pesca y kayak. La albufera se ubica en Huaura, al norte de Huacho, y tiene una laguna de 6 Km donde, además, podrás avistar aves migratorias. Puedes instalar tu carpa en la orilla de la laguna.
7. Andanzas de Año Nuevo en el Colca
Disfrutar de una aventura en uno de los ocho cañones más profundos de la tierra es una idea para valientes. Entonces, rumbo a Arequipa. Una vez allí vas a Chivay y de ahí a la zona llamada “La ventana del Colca”. Un lugar excelente para escalar y poco visitado por turistas, aspectos que otorgarán mayor aventura al campamento. Bajar el Colca caminando toma unas seis horas, pero acampar en el valle con el cielo estrellado, no tiene precio.
8. Misticismo en Marcahuasi
Un destino místico de la sierra limeña, un clásico de clásicos conocido porque muchos acuden con la idea de contactar con ovnis. Pero, más allá de los misterios de la vida extraterrestre, este es un lugar muy bello para campamentos inolvidables mientras se recargan de la energía que emana del lugar.
9. Aventura termal en Churín
Recargar el cuerpo en las aguas termales que emanan de las entrañas de la tierra es un placer que ofrece Churín. A solo tres horas de Lima, tiene fuentes medicinales que prometen aliviar diversos males y dolores musculares. Mamahuarmi, La Juventud y La Meseta son los complejos dentro del mismo corazón urbano del distrito de Pachangara, en la provincia limeña de Oyón.
10. La belleza limeña
Otro de los lugares más recomendados para disfrutar de un campamento de ensueño son Huancaya y Vilca. Los paisajes que atesora esta reserva paisajística de la provincia de Yauyos (Lima) prometen diversidad de cascadas, humedales, fauna y flora diversa. Además de sitios arqueológicos en un envidiable estado de conservación. En suma, la experiencia querrá ser repetida por los viajeros.
11. La Mina es lo máximo
Un lugar que es, literalmente, un pequeño tesoro en la Reserva Nacional de Paracas (Ica). Aguas limpias, arena fina y el sol embriagador son los insumos perfectos para despedir a lo grande el año que se va y recibir con esperanzas el 2017. Puedes practicar deportes náuticos y por supuesto que tiene un área de camping.
12. Travesía amazónica
En Puerto Maldonado (Madre de Dios) se encuentra el lago Sandoval, atesorado por la Reserva Nacional de Tambopata. El destino aún no está masificado, razón por lo cual la naturaleza se disfruta mucho más. Mientras espera la llegada del 2017 en sus orillas apacibles, durante el atardecer podrá ver bandadas de coloridos guacamayos entregándose al sueño reparador.
13. El tesoro de El Dorado
No se confunda, no se trata de la mítica ciudad perdida donde el oro abunda por doquier. Se trata, más bien, de un bello lago en el corazón turístico de la Reserva Nacional Pacaya Samiria (Loreto). Al conocerlo podrá contactar con comunidades que conservan el bosque y sus costumbres. Este es un ejemplo exitoso de emprendimiento en turismo vivencial comunitario.
14. Año nuevo en la Granja Porcón
Una inolvidable travesía a Cajamarca para recibir un año más. Una vez allí es necesario enrumbar hacia esta exitosa cooperativa evangélica donde los viajeros participan en la vida de comunidad. En un terreno de más de 12 mil hectáreas por supuesto que existe un área de campamento y parrilla. Disfrute de los quesos, la leche y sus mantequillas en el desayuno.
15. Una propuesta extrema en Huayllay
Cerro de Pasco atesora al impresionante Santuario Bosque de Piedras de Huayllay, un lugar místico donde las caprichosas formaciones rocosas desafían a la imaginación del viajero. Eso sí, las noches pueden ser muy frías, por ello es necesario llevar mucho abrigo. Pero, eso se puede perdonar tras disfrutar de los paisajes pétreos, y conocer la variada fauna y flora de la región. No debe entrar al laberinto sin guías.
¿Ya decidiste dónde ir, rumbero?
Estéfany Luján / Revista Rumbos-Diario La República