La bebé recién nacida que el jueves pasado fue arrojada a un pozo ciego en Casma murió en el Hospital Regional de Nuevo Chimbote al no soportar la infección generalizada que contrajo debido al contacto con el excremento.
Aunque inicialmente se había informado que estaba fuera de peligro, lo cierto es que tras cuatro días de cuidados extremos en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal, la bebé prematura de 30 semanas de gestación no pudo superar la fuerte infección pese a los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida.
El deceso de la criatura que pesaba apenas 1 kilo 300 gramos se produjo la mañana del domingo, informó el diario Correo de Chimbote a través de su edición digital.
La bebé, como se recuerda, fue rescatada por pobladores del asentamiento humano Virgen de Fátima, quienes la encontraron llorando dentro del silo construido por ellos mismos a un costado del río Sechín para hacer sus necesidades fisiológicas.
