Postrado en una cama, en el área de emergencia del hospital Guzmán Barrón con un estado de salud delicado y sin poder ingerir alimentos, el ciudadano huarmeyano, Héctor Ayala Rodríguez, rechazó las versiones vertidas por el jefe de la Divipol-Chimbote, que señaló que quiso quitarle el arma al teniente Meléndez, encargado de la USE durante el inició del paro provincial de 24 horas en Huarmey.
Haciendo un esfuerzo para hablar Ayala Rodríguez, contó con voz pausada que en ningún momento atacó a la policía y que tampoco pretendió quitar el arma de reglamento a uno de estos. Los gases lacrimógenos lanzados por los policías a los manifestantes ingresaron a su casa ubicada en la Panamericana Norte, afectando a todos los ocupantes que a esa hora dormían.
Al salir a ver lo que sucedía observó que unos policías habían cogido a su hijo mayor cuando éste les reclamaba por haber lanzados los gases lacrimógenos. Salió en defensa de su vástago siendo este el momento en que lo cogen y empiezan a agredirlo.
Esta versión es la misma que dio su madre Corina Rodríguez Molina quien a su vez cuestionó el actuar de los efectivos policiales y exigió que sean sancionados. “Mi hijo tiene dificultad para hablar, come solamente líquidos y eso porque le posaron en el cuello cuando lo tuvieron en el piso” agregó. (DCH)
