El gobernador de Ancash, Waldo Ríos Salcedo, no se mostró arrepentido de sus ataques al finado exalcalde de Huaraz, Lombardo Mautino Ángeles y tras pretender inicialmente negar que había tenido frases desafortunadas contra él, terminó repitiéndolas, pero aclarando que no eran ofensivas.
Por el contrario, dijo que se reafirma en sus declaraciones porque, a su opinión, no dijo nada malo, solo expresó lo que su corazón siente.
“Lo único que dije fue que espero que Dios le perdone por haber destruido el Cristo porque tarde o temprano todos tenemos que rendir cuentas ante Dios. Me ratifico en eso porque solo dije lo que mi corazón siente pues yo no soy un hombre hipócrita”, expresó Waldo Ríos, quien se refiere a la imagen de un Cristo que se colocó en la Plaza de Armas de Huaraz cuando él fue alcalde.
“Recordemos que ese Cristo de 24 metros de alto fue cambiado por una pileta, mis declaraciones no fueron inoportunas, al contrario hice una invocación a Dios para que le perdone por haber destruido la imagen”, sostuvo.