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martes, abril 16, 2024
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De delincuente juvenil a futuro abogado gracias al programa «Justicia Restaurativa de la fiscalía»

Este joven fue rescatado del mundo delictivo por el Programa Justicia Juvenil Restaurativa de la Fiscalía en Chimbote y hoy es un ejemplo de que sí se puede dejar atrás el pasado.
Gino Peña vive junto a sus padres en el barrio San Pedro, considerado una de las zonas “rojas” de Chimbote. Su historia prácticamente estaba escrita. Pese al esfuerzo de sus padres por “enderezarlo”, nada parecía funcionar.
Desde los 14 años las personas de las que se rodeaba lo llevaron a pasar esa línea de la típica rebeldía adolescente, para ya llegar a delinquir. Los asaltos a mano armada, se había vuelto en su forma de vivir.
A los 16 años, sin imaginárselo, un suceso marcó la vida de Gino Peña. Era una noche más de robos. Pensaba que una vez más iba a tener la “suerte” de no ser atrapado por la Policía, pero no fue así.
El joven fue conducido a la comisaría de San Pedro, pero al ser menor de edad no podía afrontar un proceso penal, por ser inimputable, según las leyes de Código Penal. Las autoridades calificaron el hecho como una infracción, que es un proceso distinto contenido en el Código de Responsabilidad del Niño y el Adolescente.
La fiscal del Santa que estuvo a cargo de la intervención, Miriam Luzmila Lucero Tamayo, tenía la opción de enviar a Gino a un centro de restauración juvenil en otra ciudad; pero decidió que lo mejor sería que él entre al Programa Justicia Juvenil Restaurativa, darle una oportunidad para que sea otra persona.
“Lo que me paso es algo que realmente me hizo cambiar la vida, quizá a veces tenemos que tocar fondo para sentar cabeza y decidamos qué queremos ser de aquí hacia un futuro”, expresa Gino a la Agencia Andina al recordar ese momento.
Aunque al principio se resistió a asistir a las actividades del programa, luego comprendió que era una oportunidad para cambiar el rumbo de su vida. Seis meses después de estar dentro, decidió estudiar derecho.
Además de llevar su caso, la fiscal que lo intervino desarrolló una especial relación con Gino. Casi, casi, de madre a hijo. Hoy, a punto de concluir sus estudios, por esas cosas que tiene la vida, el joven fue asignado a realizar prácticas preprofesionales en la Fiscalía Superior Civil y de Familia, donde labora la fiscal Lucero Tamayo.
Desde el sexto ciclo, Gino Peña se financia prácticamente sus estudios superiores. Hace poco participó de un concurso y pudo acceder a una plaza en el Jurado Electoral Especial (JEE) del Santa. Durante el día trabaja en este despacho y por las noches va a la universidad.
Atrás han quedado los días del oscuro mundo delictivo. Los que conocen la historia de Gino, esperan que más jóvenes como él puedan replicarla y salir adelante, lograr un lugar en la sociedad y ayudar a construir un nuevo país, una mejor sociedad.
“En la vida hay caminos, cada uno puede elegir lo que quiere en la vida, y también hasta dónde quiere llegar. O eres una persona de bien, haciendo las cosas de la mejor manera para que en un futuro sirvas a la sociedad y seas un ejemplo de tu familia o decides hundirte en el mundo delictivo, esperando que algo malo te suceda en algún momento”, reflexiona este joven.

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