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“La pesca en el Perú no pasaba de ser un humilde menester en caletas de pescadores en pueblos perdidos en la costa, con embarcaciones que no tienen la menor importancia. Es a raíz de la Segunda Guerra Mundial, en que primero se industrializa el hígado de bonito y en seguida se filetea el bonito mismo y se manda en barriles con sal, y es así como esta actividad se convierte en industria propiamente dicha». Symposium “El Desarrollo de la Pesquería en el Perú”, organizado por la Facultad de Zootecnia de la Universidad Agraria, Lima. noviembre de 1962.
En dicho evento, el Ing. Humberto López Cavero, a su vez hace una acotación interesante, aclarando: «que fue en el año 1947 que se inicia el uso del aparejo (boliche) en dos lanchas de doble tren que se compró en España que iban a permitir, más adelante, la pesca de la anchoveta en el Perú. Estas dos lanchas, por su dimensión, alrededor de 40 pies, eran inoperantes para la red agallera; y es una anécdota cómo estas dos lanchas se adaptaron, y se pescó por primera vez con éxito económico en Huarmey».
«Es bueno señalar que el uso de este aparejo (BOLICHE) en el año 47 permite más adelante el desarrollo de esta industria, hoy tan floreciente; la Dirección de Pesquería señala al Puerto de Huarmey y a un grupo de 15 vascos (españoles) dirigidos por el Sr. Epifanio Sofra y dos patrones de lanchas que habían estado laborando en Chile, quienes fueron los que hicieron la primera red de encierro, llamada boliche.
No hay que olvidar a estos vascos, que enseñaron a pescar y los primeros patrones de lanchas que salieron, fueron de Huarmey, es allí donde se enseñó a pescar con esa red (boliche) y de allí es que vino la experiencia en el mar y en la producción para pescar económicamente, se entiende, con este tipo de lancha que no tenía nada de arquitectura naval sino la experiencia de estos pescadores vascos, tradicionales en su capacidad», concluyó López Cavero.
Es así como el Ing. Humberto López Cavero, cuenta la historia de la puesta en funcionamiento del primer boliche peruano, construido en Puerto Huarmey; esta demás decir, que Huarmey es tierra de pescadores desde tiempos inmemoriales, la sabia paciencia del pescador y su relación con la mar viene ceñido en los genes del buen huarmeyano, de ese hombre que se hace a la mar desde muy temprano y por largos días alejados del bullicio terrenal y de las querendonas expresiones de la familia y amigos.
El porteño de hoy, debe sentir ese orgullo nativo de estar ubicado en el lugar donde salieron los primeros patrones de lanchas, donde se enseñó a pescar con esa red de encierro, llamada boliche, que fue la contribución definitiva en la producción y el desarrollo de la pesca en el Perú, direccionado a la contribución y crecimiento económico del país.
Heber Ocaña G.