El expresidente de la Corte Superior de Justicia del Santa, Samuel Sánchez Melgarejo pretende anular en la vía judicial la resolución de la Junta Nacional de Justicia que lo destituyó como juez superior por sus conversaciones solicitando trabajo para sus familiares, ante presuntos integrantes de la organización criminal “los cuellos blancos del puerto”.
Sin embargo, su pretensión fue desestimada en primera instancia por el Quinto Juzgado Civil a cargo del Juez Carlos Alberto Cipriano Pichón quien con fecha 22 de mayo del 2022 declaró infundada la demanda de acción de amparo formulada por Sánchez Melgarejo contra la Junta Nacional de Justicia.
En su resolución, el Juez advierte que la Junta Nacional de Justicia acreditó y motivó adecuadamente su resolución que destituyó a Samuel Sánchez Melgarejo, ante lo cual no corresponde revisar la decisión, sino únicamente si se cumplió con el debido proceso, lo cual sucedió.
La Junta Nacional de Justicia a través de su Procurador que se apersonó al proceso, señaló de manera puntual que Samuel Sánchez Melgarejo no se limitó a realizar una simple recomendación, sino que realizó verdaderos actos de interferencia a efectos de lograr su propósito, valiéndose del cargo de juez supremo provisional, y, el hecho que no se haya concretado la contratación de las personas solicitadas porque dichas personas consideraron que el nivel remunerativo no era el adecuado, no implica que la falta no se haya configurado”.
Como se sabe, Samuel Sánchez Melgarejo realizó llamadas telefónicas al asesor e integrante de los cuellos blancos, Gianfranco Paredes, para que a través del entonces Presidente de la Corte del Callao, Walter Ríos, contraten a dos familiares o recomendados suyos.
SALA CIVIL
El 22 de mayo, luego que el Juez Carlos Alberto Cipriano Pichón notificara la resolución que declaró infundada la demanda de acción de amparo de Samuel Sánchez Melgarejo; éste presentó un recurso de apelación y con una velocidad inusitada, se programó la vista de la causa en la Primera Sala Civil para 21 de julio, es decir, dos meses después.
