Desde hace 234 años, la población de la provincia de Huarmey venera y rinde homenaje a su patrona la «Santísima Virgen del Rosario». Las celebraciones se inician a partir del primer sábado del mes de octubre y termina la siguiente semana de la octava durante diez días.
La sagrada imagen de la «Virgen del Rosario» es de procedencia española y fue obsequiada por el Rey Felipe II de España en 1572. El Virrey Don Francisco de Toledo, recepcionó tres imágenes y designó a la Virgen del Rosario a la villa de Huarmey.
Cuentan los antiguos huarmeyanos, que el barco que transportaba a las tres imágenes llegó al puerto de Huarmey, el capitán ordenó bajar uno del cajones herméticos con la imagen obsequiada.
“La intención de ellos era dejar a la Virgen del Rosario, pero por equivocación dejaron a la virgen de Guadalupe que era destinada para Nepeña, pero cuando el barco quiso continuar con su viaje al norte, la embarcación no avanzaba por averías; entonces, el capitán decidió bajar uno de los cajones que contenía a la virgen del Rosario en reemplazo de la otra y, la embarcación continuo con su viaje sin ningún contratiempo. Esto significa que la virgen quiso quedarse en esta tierra”.
Pero no fue hasta el año 1785 que la “Virgen del Rosario” se convirtió oficialmente en la patrona de Huarmey, y desde esa fecha la población venera y acompaña masivamente el recorrido procesional de la sagrada imagen por las principales calles de la ciudad durante su celebración.
Fue en el año 2006, que la «Virgen del Rosario» fue declarada alcaldesa vitalicia de la provincia de Huarmey, mediante una resolución de alcaldía decretada por el entonces alcalde provincial Carlos Pajuelo.
Durante la semana de celebraciones de la fiesta patronal se programan una serie de actividades culturales, religiosas, deportivas, artísticas y de promoción de la gastronomía local; entre ellas el conocido festival del cebiche y de la chicha huarmeyana.
Es así como la población huarmeyana vive durante la primera semana de octubre sus fiestas patronales desde hace 234 años.
Por: Alessia Soria Serna