El ceviche huarmeyano es un motivo de orgullo para los pobladores de esta provincia de Áncash. Mariscos únicos y siempre frescos, son las claves de un potaje que sabe mucho mejor, cuando se come contemplando el mar de Tuquillo.
El secreto de su preparación son sus peculiares mariscos, como el barquillo, pausa, lengua, chanque y blanco, los cuales –según afirman en Huarmey– poseen atributos afrodisiacos. Frescura absoluta es lo que define a este platillo regional.
El ceviche huarmeyano es un ceviche sin pescado. Solo mariscos.
Y es que el ceviche huarmeyano, ha alcanzado una merecida fama por ser una extraordinaria mezcla de mariscos locales, sal, jugo de limón, cebolla finamente picada, el silvestre y poco conocido ají arnaucho, acompañado de yuca o camote, más la deliciosa canchita.
Estefany Luján / Revista Rumbos