La población de Huarmey realizó sus actividades normalmente desde las primeras horas de la mañana. El servicio de transporte público se veía congestionado y los centros de abastos lucían con gran afluencia de público, tras la declaratoria de estado de emergencia decretado por el presidente Martín Vizcarra.
Un sector de tiendas comerciales, que no expende precisamente productos de primera necesidad, abrió sus puertas al público. Mientras que la galería Señor de Los Milagros permaneció cerrado.
También se pudo observar comercio ambulatorio en calles y avenidas, especialmente en zonas cercanas a mercados.
En horas de tarde en la plaza de Armas de Huarmey, se observa presencia policial que restringe el paso a la población e invitaba a retirarse a sus viviendas y clausuraba toda la avenida principal.
En el banco de la Nación se observaba largas colas para ser atendidos, al igual que en los agentes bancarios.
Otra larga cola de personas que intenban pagar sus recibos de luz se apreciaba en el centro de recaudación de Hidrandina, en plena avenida principal.
