Un potente terremoto de 6,1 grados de magnitud sacudió a Osaka, la segunda ciudad más importante de Japón, y causó en la zona al menos cuatro muertos y 350 heridos.
El terremoto, que se produjo a primera hora de la mañana, interrumpió durante varias horas la vida de una área metropolitana de más de 19 millones de habitantes en Japón, con cortes en el transporte, el cierre temporal de varias empresas, la cancelación de decenas de vuelos y problemas de suministro en centros médicos y hospitales.
El temblor se registró a las 07: 58 de la mañana y tuvo su hipocentro a 13 kilómetros de profundidad en la prefectura de Osaka.
A pesar de su limitada magnitud, el temblor alcanzó el nivel 6 en la escala de Japón cerrada de 7 grados en la prefectura de Osaka y de 5 en la vecina y turística prefectura de Kioto.
Entre las tres víctimas confirmadas hasta ahora se encuentra Ruina Miyake, una niña de 9 años que falleció cuando iba de camino al colegio al derrumbarse un muro en la localidad de Takatsuki (prefectura de Osaka).
Además, las autoridades han informado del fallecimiento de Motochika Goto otra víctima del terremoto, un hombre de 85 al que se le calló una estantería en su casa de Ibaraki (en la misma prefectura) y Minoru Yasui, un varón de 80, que quedó sepultado por una pared en la ciudad de Osaka.
«Sentí un fuerte temblor y me asusté mucho, ya que me acordé del terremoto de Kobe», explicó una señora de unos 60 años a la cadena pública NHK, recordando el gran seísmo que vivió esta ciudad del oeste de Japón en 1995 y que ocasionó más de 6.400 víctimas.
Varios edificios en las ciudades de Osaka y Takatsuki se derrumbaron y al menos seis se incendiaron, según confirmó el servicio de bomberos nipón, que apuntó a que algunas personas podrían permanecer atrapadas.