Frente al grave trasfondo moral que supone la asignación indebida de vacunas contra el Covid-19, la JNJ expresa su identificación con el sentimiento ciudadano de desazón y rechazo ante tal circunstancia. El ejercicio de altos cargos públicos, así como la preeminencia social y académica, son atributos que solo encuentran su recto sentido en el servicio a la comunidad.
Expresamos, además, nuestra renovada gratitud y homenaje a los centenares de miles de servidores públicos que se mantienen con heroísmo en la primera línea de la estrategia sanitaria, enfrentando a la pandemia, así como a sus familias, que comparten con ellos los mismos riesgos, y a los millones de conciencias limpias de peruanas y peruanos, que resisten en todos los frentes al virus. Ellos nos dan ejemplo y prueba irrefutable de que el Perú es mucho más que el egoísmo
de unos pocos.
El país tiene un amplio trecho por andar para derrotar la enorme crisis sanitaria que lo aqueja. Que el dolor por la pérdida de decenas de miles de vidas tan preciadas de compatriotas de toda condición, se transforme en empeño y convicción para cumplir los objetivos nacionales de vacunación. Ciertamente, los miembros del Pleno de la JNJ, ninguno de los cuales ha recibido la vacuna, renovamos nuestro compromiso con ese propósito, que ha de poner a salvo, en primer lugar, a los más vulnerables de nuestra sociedad. (NP-JNJ)