Inicio Noticias Actualidad Operador del ‘Club del Tarot’ implica a Karelim López con los chinos

Operador del ‘Club del Tarot’ implica a Karelim López con los chinos

El viernes primero de abril de este año, un exempleado de la familia Díaz Costa, conocida proveedora del Estado, se presentó ante la Procuraduría Anticorrupción para revelar información incriminatoria sobre licitaciones amañadas, contrataciones fraudulentas y pagos de sobornos. Es el mismo personaje que luego ofrecería su experiencia a otras empresas para infiltrarse en el sistema informático del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE), y adjudicar millonarias obras públicas a sus clientes del llamado ‘Club del Tarot’, como lo denominó el programa ‘Punto final’, de Latina Televisión, el domingo en la noche.

La República tuvo acceso a la manifestación completa del joven de 23 años, quien afirmó que abandonó la secundaria para dedicarse a aprender cómo manipular las licitaciones estatales en beneficio de sus empleadores, los que estaban relacionados con la constructora china Weihai Construction Group, cuyo representante es Marco Antonio Díaz Costa. Weihai Construction Group, en consorcio con China Railway N° 10 Engineering, obtuvo la buena pro para la construcción de un hospital en Puno por S/329,3 millones, el 19 de junio del 2020, pero luego se descubrió que presentó documentos falsos. Por este caso, el exgobernador de Puno Agustín Luque se encuentra preso y el representante del consorcio de los chinos, Chen Junkun, está prófugo.

El operador del ‘Club del Tarot’ señaló a las autoridades que Weihai Construction Group está relacionada con la colaboradora eficaz Karelim López. Dijo que su centro de operaciones era el segundo piso de la avenida Boulevard 594, en San Borja, que es la dirección precisamente de varias de las empresas de los esposos Manuel María Díaz Mego y Margarita Díaz Costa, y de sus hijos Marco Antonio, Julio César, Renato Díaz Costa, entre otros hermanos. El testigo laboraba para el primero de estos.

Relató el operador del ‘Club del Tarot’:

“Yo era la mano derecha, era el operario, manejaba las cuentas, manejaba las firmas. Desde los 18 años. (…) Yo era un testaferro, era un testaferro, un títere de la familia Díaz Costa. (…) La persona de Marco Antonio Díaz Costa fue quien inició el registro de su compañía china, que se llama Weihai Construction Group. Es una empresa que ahorita está vinculada con (el presidente) Pedro Castillo y Karelim López. (…) Weihai es una compañía que cuenta con antecedentes por documentos falsos”.

El testigo entregó correos electrónicos, fotografías, chats por WhatsApp, documentos, videos y audios de sus encuentros con los Díaz Costa, material que respalda su testimonio.

De acuerdo con el Registro de Proveedores del Estado, efectivamente, Marco Antonio Díaz Costa aparece como representante de Weihai Construction Group. Durante el gobierno de Castillo, la constructora china obtuvo dos contratos: el primero, el 15 de noviembre del 2021, con el Seguro Social de Salud, por S/275,2 millones, y el segundo, el 20 de enero de este año, con el Programa Nacional de Inversiones en Salud (Pronis), por S/26 millones.

Información comprobada

La República verificó por Registros Públicos que el 12 de setiembre del 2018, padre e hijo, Manuel María Díaz Mego y Marco Antonio Díaz Mego, se inscribieron como socios y fundadores de la representación en el Perú de Weihai Construction Group, lo que confirma el testimonio del testigo ante la Procuraduría Anticorrupción.

Dijo el operador del ‘Club del Tarot’ sobre Karelim López y su relación con las constructoras chinas. Mencionó a otra persona, Ricardo Renato Beteta Luza, como parte de la organización:

“Karelim (López) tengo entendido que el vínculo es a través de Renato Beteta (Luza). Renato Beteta tiene vínculo también con el gobernador (Elmer) Cáceres (Llica), de Arequipa. Él (Beteta) es el lobista. Es una persona que, si la interviene la Fiscalía, va a hablar todo. En el mundo de las licitaciones le dicen ‘Ñoño’, porque es un gordito y es muy hablador. Es una persona que, si vas a una discoteca, le das una chela (cerveza) y te cuenta (cualquier) caso”.

“¿Cuál sería la relación de este señor (Renato Beteta Luza) con Karelim (López)?”, le preguntaron.

“Las licitaciones. Es que este señor (Beteta) es un lobista. Tiene años en el Estado”, contestó.

La República verificó que el 9 de julio del 2019, durante la gestión del entonces gobernador arequipeño Elmer Cáceres, Weihai Construction Group ganó un contrato por S/11,8 millones, confirmándose la versión del operador.

Una vez que recibió el testimonio la Procuraduría Anticorrupción, trasladó el caso al coordinador de las Fiscalías Anticorrupción, el fiscal superior Omar Tello, quien luego asignó la investigación al fiscal Renzo Huamán.

Ayer lunes por la mañana precisamente el fiscal Huamán encabezó una intervención en la sede central del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE), en Jesús María. Fue después que el domingo en la noche el programa ‘Punto final’ reveló que el operador del ‘Club del Tarot’ había vendido su experiencia a otras constructoras.

Lo que ofertaba a un costo de US$ 30 mil era un mecanismo para infiltrarse en el sistema informático de OSCE, para a último momento poder presentar una oferta a un monto menor respecto a las otras empresas que habían presentado sus propuestas más temprano.

Según ‘Punto final’, uno de los contactos del operador del ‘Club del Tarot’ era Alexander Aguilar Quispe, hermano de los dueños de Ingeniería Integración de Proyectos (INIP), vinculada con las constructoras chinas.

Entre los procesos que adulteró el operador del ‘Club del Tarot’, según la investigación del programa periodístico de Latina, se encuentra el mejoramiento del Hospital de Castrovirreyna (Huancavelica), el 23 de julio del 2021, por S/ 52 millones, que fue adjudicado al consorcio conformado por China Civil Engineering Construction Corporation e INIP, de los Aguilar Quispe. También, el estudio técnico para el mejoramiento de la carretera Ayacucho-Cusco, que fue adjudicado a China Railway Eryuan Engineering Group, el 10 de diciembre del 2019, por S/ 9 millones.

Pero según las investigaciones de las fiscales Karla Zecenarro y Luz Taquire, durante la gestión del exministro de Transportes Juan Silva Villegas las constructoras chinas, por lo general asociadas con las empresas de los Aguilar Quispe, y por intermedio de Zamir Villaverde García, volvieron a ganar millonarios contratos.

Las fiscales Zecenarro y Taquire indagan la adjudicación de la construcción del Puente Tarata III, cuya lobista fue Karelim López, por S/ 232,5 millones, y otros 7 contratos de los hermanos Aguilar Quispe con las constructoras chinas por S/ 804,5 millones. Los 8 contratos se consumaron durante la gestión de Juan Silva.

Por la importancia de la información que maneja el operador del ‘Club del Tarot’, la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios debería garantizar la integridad del informante. En su misma declaración señaló que los Díaz Costa pretendían denunciarlo como autor de los fraudes, para salvarse de la responsabilidad penal.

Probablemente, esta amenaza de sus empleadores podría haber gatillado la decisión del informante a contarlo todo a las autoridades. Lo que ha relatado saca a la luz la corrupción en las licitaciones públicas.

Fiscalía intervino OSCE en busca de evidencias

El representante de Weihai Construction Group, Marco Antonio Díaz Costa, consultado por La República, manifestó que no tenía tiempo disponible para una entrevista sobre las declaraciones del llamado operador del ‘Club del Tarot’.

Díaz señaló que fue mediante una impugnación que ganó el contrato de la construcción del Hospital del Altiplano, y no mediante pagos al operador del ‘Club del Tarot’.

El Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) fue intervenido el lunes por la Fiscalía Especializada en Corrupción de Funcionarios en busca de evidencias sobre el ‘Club del Tarot’.

OSCE informó que ha puesto a disposición del fiscal Renzo Huamán toda la información que requiera para determinar responsabilidades por la adulteración de procesos de licitación. (DLR)