La interpelación y la posible censura a los ministros que realizan los congresistas por su gestión, es una forma de control parlamentario que algunos consideran una medida extrema. Todo comienza cuando un integrante del Consejo de Ministros es citado al Congreso para responder un pliego de preguntas, previamente aprobadas por un tercio de los congresistas que concurran al Parlamento.
Para el constitucionalista Enrique Bernales, solo hay dos caminos en todo este proceso de la interpelación. “Básicamente a un ministro se le puede censurar por responsabilidad política en la gestión que tiene a su cargo, sea mal funcionamiento o estar involucrado en decisiones equivocadas. Las vías son básicamente dos: una interpelación que puede acabar en la censura del ministro o cuando el comportamiento del ministros es sumamente grave y el Parlamento está habilitado para de frente proceder a reunir los votos y censurarlo”.
Un ministro se puede salvar de la censura si su exposición convence al Parlamento o si renuncia antes de que lo saquen. Es facultad de los congresistas, como parte de su función fiscalizadora, censurar a los ministros o al gabinete. La pregunta es: ¿quién censura a los congresistas, quién los saca de su cargo? Eso nos falta en nuestra democracia para que el control de la población funcione verdaderamente sobre todos los integrantes del sistema político peruano.(rpp)