El pollo a la brasa es un plato peruano que ha cruzado fronteras y es de los más preferidos por los comensales. De ahí que cada tercer domingo de julio se le celebre como «El día del pollo a la brasa».
Según los historiadores gastronómicos han transcurrido 64 años desde la creación de este potaje. La receta original, que data de 1950, contenía un aderezo producto de la mezcla de ají panca, sillao, huacatay, sal y pimienta. En la actualidad, cada restaurante le añade un ingrediente especial.
En el 2004 fue reconocido como “especialidad culinaria peruana” por el entonces Instituto Nacional de Cultura (INC).
En el año 2010, el Ministerio de Agricultura instituyó el tercer domingo de julio como el Día del Pollo a la Brasa, no solo para promover su consumo en el país, sino por la preferencia e importancia que tiene este plato dentro de la demanda gastronómica de la población peruana.
Este sabroso platillo tiene una forma de cocción única, en un horno especial y puede ser con carbón vegetal o también con leña.
Tradicionalmente este sabroso plato se consume con papas fritas, ensaladas y cremas, pero también puede ir acompañado con diferentes presentaciones.