El último jueves 28 de setiembre tras la audiencia de rendición de cuentas de la Municipalidad Distrital de San Marcos, la regidora Dagmar Borda sufrió un caso de agresión física y el robo de su celular. El hecho terminó con su dedo mutilado.
Según reportes de testigos, el evento comenzó cuando Borda abandonó el auditorio donde se realizó la presentación. Al salir, fue aparentemente emboscada por dos mujeres, una vestida con un polo rosado y otra de contextura gruesa con una casaca jean azul.
Los testigos indican que alguien comenzó a grabar a la regidora por la espalda antes de la agresión, lo cual hace sospechar que fue premeditado y buscaban provocarla. Acto seguido, la mujer de contextura gruesa golpeó salvajemente a Borda en la cabeza con una botella de gaseosa, iniciándose una pelea entre ambas. Durante el altercado, el teléfono celular de la regidora cayó al suelo.
Reportes indican que, a pesar de los llamados a los serenos municipales, nadie intervino para separar a las involucradas.
Al finalizar el enfrentamiento, la regidora Borda mostró su mano con un dedo mutilado, aparentemente producto de una mordida. Testigos han señalado que la presunta agresora sería Silvia Peña Vargas, una ciudadana limeña que, según se informa, trabaja como locadora y trabajadora de confianza (cercana) a la gestión del actual alcalde.
La regidora Borda ha realizado últimamente fiscalización sobre las obras y adjudicaciones de la actual gestión municipal, que terminarían en denuncias delicadas. Estas mismas fuentes alegan la existencia de presiones y amenazas previas contra la regidora.


