Huarmey, se ha levantado en una masiva y emotiva movilización para exigir justicia por el asesinato del cantante local y padre de familia, Elvis Junior Reyes Flores.
La marcha, liderada por la Asociación Laboral de Artistas «Elvis Jr», reunió a familiares, amigos y seguidores que recorrieron las calles clamando por el esclarecimiento del crimen y el castigo a los responsables.
La trágica y violenta muerte del artista ha desatado una ola de indignación colectiva ante la creciente inseguridad en la provincia y la percibida falta de acción de las autoridades. Los organizadores han anunciado que esta jornada es el inicio de una marcha nacional para asegurar que el caso no quede en la impunidad.
EL PAÍS SE DESANGRA ANTE LA INACCIÓN
La dolorosa manifestación en Huarmey por Elvis Junior Reyes Flores, no es un hecho aislado; es un grito que resuena en cada rincón del Perú. Lamentablemente, este asesinato se suma a la interminable lista de crímenes que evidencian una verdad incómoda: el país se desangra mientras los asesinatos siguen dándose impunemente a nivel nacional.
¿DÓNDE ESTÁN LAS AUTORIDADES COMPETENTES?
La reacción es nula o, en el mejor de los casos, tardía. El vacío de poder en las calles es llenado por el crimen organizado, que avanza y actúa con absoluta impunidad.
Esta falta de acción efectiva no solo perpetúa la inseguridad, sino que socava la fe en las instituciones. ¿Es este el país que queremos, uno donde la vida se negocia con la delincuencia?
La paz y la justicia que el pueblo merece están siendo arrebatadas. La movilización ciudadana no es solo un homenaje a una víctima, sino un acto desesperado de defensa propia ante un Estado que parece haber claudicado en su deber fundamental: proteger a sus ciudadanos.

