Hace una semana atrás, La Minera Barrick Misquichilca, llevó a una delegación de periodistas huaracinos a conocer su campamento base de operaciones de exploración de oro, que se ubican dentro de la comunidad de Quilla Ayllu-Llactún, en el distrito de Huacllán, provincia de Aija, Ancash.
Este proyecto aurífero «La Merced» que recién inicia sus exploraciones como lo dió a conocer su gerente de Operaciones, César Neyra, y lo confirmó el presidente comunal de Quilla Ayllu Gregorio Barreto Oncoy. Este desarrollo de exploraciones se verán afectadas en un primer momento los distritos de Huallán, Aija Coris y La Merced.
Sin embargo, la provincia de Huarmey debe estar alerta, porque también debe ser considerada zona de impacto socio-ambiental. El proyecto La Merced, utilizará las aguas del Río Santiago, que es el principal afluente del río Huarmey, entonces el proyecto afectará al distrito de Huayán y toda la zona agrícola del Valle Huarmey que utiliza sus aguas.
Pese a que los funcionarios de la minera Barrick saben y conocen que este tipo de relaciones con todas las zonas geográficas de influencia que abarcará el proyecto es muy importante; se han olvidado de invitar a una de las partes que se verán afectadas como es Huarmey, que son los stakeholder más interesados a quienes se les debería dar información sobre este futuro proyecto que dinamizara la economía de esta parte de Áncash.
Mientras tanto, es una llamada de alerta a las autoridades municipales de Huarmey; al consejero provincial; al alcalde de Huayán, a los agricultores del Valle Huarmey y de las zonas adyacentes al proyecto como Colcap, San Damián, Huamba Alta y Baja, Santiago de Huiña.
Esperamos estar informados sobre el avance en las exploraciones por más que el proyecto se inicie en 10 o más años. Se sugiere a los funcionarios de la minera que no cometan los errores del pasado de no informar de sus investigaciones a las localidades más cercanas al proyecto.
Autoridades de Huarmey, no esperemos que ocurra como sucedió a fines de los 90′ con la Minera Antamina, que llegó e inicio sus operaciones sin tomar en cuenta a la población, y hoy sufrimos las consecuencias de la desinformación.