Entre todas las banderas, sólo hay una que nos pertenece a todos. Es la bandera azul de las Naciones Unidas, que fue para mí un estandarte de esperanza cuando era niño durante la guerra de Corea.
Setenta años después de su fundación, las Naciones Unidas siguen siendo faro y guía para toda la humanidad. A diario, las Naciones Unidas dan alimento a quienes padecen hambre y refugio a quienes han sido expulsados de su hogar.
Las Naciones Unidas vacunan a niños que, de lo contrario, morirían de enfermedades prevenibles; defienden los derechos humanos de todas las personas, sea cual sea su raza, religión, nacionalidad, género u orientación sexual.
El mundo se enfrenta a múltiples crisis y ningún país u organización puede abordar en solitario los desafíos de nuestra época.
Para celebrar este aniversario, hoy, 24 de octubre, se iluminarán del azul de la ONU cientos de monumentos y edificios emblemáticos del mundo entero. A la luz de este histórico aniversario, reafirmemos nuestro compromiso con un futuro más brillante y mejor para todos. (Fuente: Naciones Unidas).