El crimen de la empresaria Maritza Castañeda Valera, perpetrado en agosto del 2016 por Juan Carlos Guzmán Quiroz, su expareja y padre de sus hijos, no solo sumió en un profundo dolor a sus familiares y dejó en la orfandad a sus vástagos, también despertó la avaricia de este hombre, en Nuevo Chimbote.
Y es que pese a estar sentenciado a 31 años por feminicidio, el exconviviente de Castañeda Valera sigue buscando la manera de apoderarse de los bienes de su víctima.
Una de las acciones de Guzmán Quiroz fue falsificar una letra de cambio para cobrar una deuda inexistente de 150 mil dólares, en complicidad con Maribel Carbajal, quien era amiga de la víctima.
Por este hecho fueron sentenciados a cinco años, al encontrarlos responsables del delito de falsificación.
Luego de ello, el homicida demandó a sus propios hijos, que son los únicos herederos de la fallecida, en busca del mismo objetivo.
Esta vez, el asesino de la mujer solicitó al juzgado que se declare judicialmente la unión de hecho con su víctima, Maritza Castañeda Valera, pues es la única manera de acceder a parte de la herencia.
El pedido de Juan Carlos Guzmán Quiroz fue declarado infundado en primera instancia, pero el feminicida apeló y la Sala Superior en lo Civil declaró procedente la petición.
Esto significaría que Juan Carlos Guzmán se apodere de más del 70% de las propiedades de su expareja, la mujer a la que asesinó.
Como era de esperarse, los hijos y familiares de la empresaria consideran que la decisión tomada por la Sala Civil es una aberración jurídica pues no entienden cómo pueden unir judicialmente a un sujeto que se convirtió en criminal al acabar con la vida de una mujer para apoderarse de sus propiedades.
La defensa de la familia Castañeda apeló la decisión de la Sala Civil y está a la espera del fallo que se tome en la Corte Suprema.
