En los treinta días que duró su fuga, ‘Goro’ nunca llegó al domicilio que consignó en el jirón Azángaro en el Centro de Lima para cumplir arresto domiciliario y se fugó.
Según la Policía, se escondió en distintos distritos de la capital, esperando que sus cómplices le despejaran el camino de salida del país por el norte, hacia Ecuador.
Durante la primera semana de su fuga, cuando nadie aún sabía que había dejado el penal de Piedras Gordas, ‘Goro’ habría estado en hoteles esperando que su suegra, María Matos Salvador (44), concretara el alquiler de un inmueble ubicado en Los Olivos. Según la información que maneja la Policía, el arrendamiento se hizo el 25 de junio último.
Rubén Moreno Olivo, estuvo escondido en la casa de Los Olivos, sin salir, sin asomarse ni a la ventana, pero la labor de inteligencia desplegada por los agentes de la División de Secuestros de la Dirincri, lo cercó.
La División de Secuestros se desplegaron en todo el distrito de Los Olivos, hasta que los informantes dieron a conocer el barrio donde estaba ‘Goro’, quien en un exceso de confianza cometió un error. Contestó una llamada telefónica en la puerta de la casa. En ese momento, sus días de fuga terminaron.
El plan de ‘Goro’ era huir del país, pero antes iba a hacer una parada en Chimbote para celebrar el cumpleaños de un familiar y luego partir a Ecuador.
‘Goro’ fue sentenciado a 25 años de prisión por homicidio calificado en grado de tentativa por el atentado contra el ex consejero regional de Áncash Ezequiel Nolasco ocurrido en el 2010, pero la oficialización de esta condena en el sistema del INPE demoró tanto, que terminó por vencerse el plazo de la prisión preventiva que ‘Goro’ tenía por un segundo caso, esta vez por el asesinato de Hilda Saldarriaga, testigo clave en el atentado a Nolasco.
El juez le dio a ‘Goro’ arresto domiciliario siempre y cuando no tenga procesos pendientes, pero por hechos que aún se investigan, él salió libre y treinta días después fue nuevamente capturado.
