El sacerdote Marco Antonio Huaripata Medina fue denunciado ayer de haber realizado tocamientos indebidos en contra de una menor de 16 años que integraba el grupo de catequesis y coro en la iglesia “Nuestra Señora de Guadalupe” en la urbanización Garatea en el distrito de Nuevo Chimbote.
Aunque los actos contra el pudor ocurrieron en octubre del año pasado, la menor de 16 años, recién ayer se animó entre lágrimas a contarle lo ocurrido a su padre, explicandole que no podía dormir y que vivía atormentada por lo ocurrido.
El padre de la víctima, se dirigió de inmediato a la parroquia y pretendió darle una soberana paliza al sacerdote, sin embargo, fue contenido por otros familiares y de inmediato dieron aviso a la Policía de Buenos Aires.
Ya en la Comisaría, el sacerdote Marco Antonio Huaripata Medina trató de negar los hechos y solo admitió haber besado a la menor.
El representante del Ministerio Público que asumió las investigaciones del caso, al advertir que no había flagrancia delictiva, citó al sacerdote para que brinde su declaración en nueva fecha y lo dejó en libertad.
El padre de la niña dijo anoche que fue informado que el Obispo de Chimbote Ángel Francisco Simón Piorno acudió a la Comisaría en ayuda al sacerdote, pero su versión no pudo ser corroborada.
Lo último que se supo es que el sacerdote denunció al padre de familia por agresión.
