El papa Francisco recordó hoy en el Vaticano a los sacerdotes franciscanos polacos Miguel Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski y al diocesano italiano Alessandro Dordi, asesinados en 1991 en Áncash y convertidos ayer en los primeros beatos por martirio en la historia de nuestro país.
Tras el rezo dominical del Ángelus el pontífice se dirigió a los asistentes a la plaza de San Pedro y pidió que estos tres curas, asesinados en 1991 por la organización terrorista Sendero Luminoso, den fuerza a los cristianos que son perseguidos por su fe en diversas partes del mundo.
«Que la fe de estos mártires en la fidelidad a Jesús dé fuerza a todos nosotros, pero especialmente a los cristianos perseguidos en diversas partes del mundo, para dar testimonio con coraje del Evangelio», dijo.
La multitudinaria ceremonia de beatificación se celebró en el estadio Centenario Manuel Rivera, de la ciudad de Chimbote, en la región de Áncash, donde fueron asesinados los tres religiosos.
Alrededor de 25.000 personas asistieron a una misa solemne oficiada por el cardenal italiano Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano.
EFE
